martes, 14 de septiembre de 2010





Bueno, acá estamos, son las 00:16 hs del decimoquinto día del mes de septiembre (por qué hablo así ¿no? ja). Luego de un día pesado en cuanto a lo educativo me relajo un poco, como todas las noches en la pc.
Y me puse a pensar cómo le cuesta a cada uno comprender a sus seres queridos. Por ejemplo, apoyar en una decisión tomada, no quiere decir que la comprendamos. Ademas creo que nunca nadie esta de acuerdo en un 100% con la otra persona, es humano ser así de todos modos.
Pero yo por mi parte muchas veces quisiera poder tener ese don de la compresión total... Las acciones de cada persona están condicionadas por su entorno, el estilo de vida que lleva, y demás cosas. Y a mi ciertamente me cuesta mucho poder comprender y aceptar que las actitudes de una persona sean así, en ese aspecto, dejándose llevar por lo que tiene alrededor. Porque si uno realmente se lo propone puede cambiar, obviando que nadie es perfecto, pero con algo de predisposición se que se puede. Tampoco se le puede exigir a una persona... ¡Que cambie! Porque debemos aceptar a los demás como son... Pero si esa misma persona tiene actitudes que sabe que afectan o afectaran su entorno afectivo, ¿por qué les cuesta tanto? ...
¿Ven? Me cuesta, y mucho... Ahora creo que yo debería cambiar, y no me siento mal ni culpable por afirmarlo. La gran mayoría de cambios, a la larga, son buenos. Quizás al principio cueste ver los resultados, pero creo que todo mejorará... Espero.
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